domingo, 1 de febrero de 2015

Pellízcate.

Ya no tengo el buzón lleno de tus cartas a mano alzada y renglones torcidos,
ahora la publicidad de tu pizzería favorita
me recuerda que no debí
dejar que fueses
mi día preferido
durante cinco vidas.

Aprendí
a terminar todo,
corriéndome.

Nunca más sería péndulo,
Nunca más sería reloj de arena de tus desiertos,
ni del sol que no te broncea la piel porque tiene miedo a que tus lunares empiecen una revolución.
El tiempo, ya no se mide en minutos.
Ahora,
el tiempo vuela en tu espalda
en la dirección en la que acaba perdido.

Pellízcate.
Puede que te hayas convertido en una pesadilla.
Y lo peor de todo,
es que estés despierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario