lunes, 1 de diciembre de 2014

Cada uno en su lugar.

Acabo de llegar y no sé dónde estoy.
Alguien, me ha dicho que ''bienvenido''.
¿Bienvenido a dónde?
Todo está vacío, nada me late en el pecho, asique supongo que alguien me ha arrancado las vísceras. Lo único que no está hueco es la habitación de dónde proceden los recuerdos que no consigo eliminar. Mejor dicho ''El único que no he olvidado'' al llegar aquí:
Recuerdo que era verano y no la había visto desnuda. Ni me había enamorado de momento de sus miedos. Asique decidí convencerla de que se sacase una radiografía.
Me enamoré hasta de sus huesos en ese mismo instante.
Ahora estoy en el precipicio de este sitio desconocido, y tengo miedo. Como miedo he tenido toda mi vida porque sigo siendo un desconocido.
He vuelto a mirar dentro de mi. Y sigo totalmente inerte. Solamente espero que alguien me devuelva lo que es mío. O al menos que me devuelvan la lengua. Creo que se la ha comido el gato. El hijo de puta se está relamiendo. Con esa lengua di mi primer beso y comí el clítoris de A. Y sabía a verso atragantado. Yo, sin lengua y solo, o eso creo. Todo está vacío. Nadie me espera. Aquí me quedo. En mi lugar.


Escrito en Nüoshöm-Wull.

1 comentario:

  1. Tus letras, tus versos... A la mierda el significado etimológico de la cordura.

    ResponderEliminar